TARJETAS BANCARIAS
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En el mercado
español hay una gran variedad de tarjetas (de débito, de crédito, monedero,
comerciales...) con distintos nombres (Visa, Mastercard...) y funcionalidades.
Y dentro de cada una hay además categorías (normal, clásica, plata, oro,
platinum...), en función de los servicios que ofrecen.
Sistemas
prepago
Al utilizar sistemas prepago, la transacción
real se realiza antes de los pagos. El cliente adquiere un medio (tarjeta
de prepago, cuenta virtual) que le da el derecho a realizar compras.
Así queda garantizado que posee realmente el dinero necesario, y no es
necesario realizar controles de liquidez a la hora de la compra, lo que abarata
los costos de las transacciones de micropago realizadas a través de éste
sistema.
Se distinguen los siguientes sistemas:
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Dinero electrónico (eCash):
Según la definición de la Unión Europea se trata de sistemas de pago que pueden
ser utilizados para pagos no relacionados con la empresa que provee el sistema.
Es decir, quedan afuera de la definición sistemas como las tarjetas o los
certificados de regalo (gift card) o las tarjetas telefónicas. El
cliente puede usarlo prácticamente como dinero en efectivo. La mayoría de los
sistemas trabajan con tarjetas recargables («smart cards»), y pueden ser
utilizados también en el comercio común (no electrónico), mientras que otros
están basados en software.
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Sistemas de puntos
y descuentos: Aquí, los comerciantes pagan al proveedor
del sistema una cierta cantidad de dinero que equivale a «puntos» que son
transferidos a los clientes en sus compras, los cuales pueden utilizarlos para
realizar pagos de manera completa o conseguir descuentos, dependiendo de la
cantidad de puntos. Estos sistemas generalmente se limitan a una sola empresa
(sobre todo, de comercio, como cadenas de supermercados).
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Cuentas virtuales: En
este caso el cliente adquiere un monto de dinero virtual, que puede utilizar
para pagos de distintos servicios, muchas veces limitados a una sola empresa.
El ejemplo más común son el de las tarjetas telefónicas (de telefonía fija o
celular), en las cuales el cliente, a través de un código que se encuentra de
forma oculta en la misma tarjeta, accede a una cuenta con un monto fijo que
puede utilizar.
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Sistemas eMetal: Funcionan de manera similar al
sistema eCash, pero en vez de obtener una cuenta virtual en alguna divisa, se
obtiene un monto de algún metal precioso, como oro (eGold).
Las tarjetas
de débito son las que sirven para
utilizar los fondos depositados en la cuenta corriente o de ahorro a la que
está asociada. Por eso, si eres titular de una tarjeta de débito, deberás ser
también titular de la cuenta.
En un principio,
las tarjetas de débito sólo podían utilizarse para sacar dinero en oficinas y
cajeros automáticos, así como para consultar saldos y movimientos de la cuenta.
En la actualidad,
también pueden emplearse para realizar pagos en comercios. En ambos casos, la
operación se registra instantáneamente en tu cuenta, y esa es la principal
diferencia con las tarjetas de crédito.
Si realizas un pago
o retiras dinero en efectivo con tu tarjeta de débito, la operación se registra
simultáneamente en la cuenta asociada, por lo que debes preocuparte de tener
dinero suficiente en ella.
Si no hay fondos,
la entidad bancaria, si así lo decide, podría anticiparte la cantidad necesaria
para realizar el pago, pero debes saber que en ese caso se producirá un
descubierto en cuenta y tendrás que devolver el anticipo y abonar los
correspondientes intereses, comisiones y gastos.
El límite lógico de
una tarjeta de débito es el dinero que tenga la cuenta asociada. Sin embargo,
es muy común que por razones de seguridad, las entidades, de acuerdo con su
cliente fijen un límite diario, sobre todo para la retirada de fondos de los
cajeros automáticos.
Tarjetas
de crédito
La tarjeta
de crédito permite disponer de una
cuenta de crédito, facilitada por la entidad que la emite, lo que quiere decir
que si eres titular de una tarjeta de estas características puede hacer pagos u
obtener dinero, hasta cierto límite, sin necesidad de tener fondos en la cuenta
bancaria en ese mismo momento. A cambio, tienes que devolver el dinero que has
utilizado en los plazos previstos. Ésa es la principal diferencia con las
tarjetas de débito.
Pero no todas las
tarjetas de crédito son emitidas por una entidad de crédito. Existen también
algunas que son emitidas por empresas que no son entidades de crédito y, por
tanto, no están sujetas a supervisión del Banco de España.
Muchas entidades
bancarias las ofrecen sin necesidad de tener una cuenta corriente abierta en
ellas y después te giran los recibos correspondientes a la cuenta corriente y
entidad que indiques. En el caso de las emitidas por los establecimientos
financieros de crédito será siempre así, ya que no pueden abrir cuentas
corrientes al público.
Sin embargo no
puedes olvidar que utilizar una tarjeta de crédito tiene las mismas
consecuencias que disponer de cualquier crédito o modalidad de financiación.
Por lo tanto, debes ser consciente de tu obligación de devolver el dinero y de
pagar los intereses.
Las entidades
suelen fijar un límite de crédito máximo para cada categoría de tarjeta, pero
ese límite puede ser modificado. Además, las entidades pueden ajustarlo,
atendiendo a su política de riesgos y a las características personales y de
solvencia económica de cada cliente, notificándolo al mismo. También puedes
solicitar cambiar el límite de crédito: si lo quieres bajar, la entidad no te
pondrá pegas, pero si lo quieres subir, necesitarás su autorización.
El límite de
crédito significa que la entidad no atenderá pagos por encima de la cifra
fijada, sin embargo, podría aceptar que superes el límite. En ese caso, surgen
los denominados "excedidos en cuenta", que deberás devolver junto a
los intereses y comisiones que han de estar previstos en el contrato de la
tarjeta.
Tarjetas
monedero
Derechos
de las personas usuarias de las tarjetas bancarias
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La contratación de una tarjeta implica una
serie de derechos:
- Usar la tarjeta para pagar la compra de
bienes y servicios, así como para retirar dinero en efectivo en cajeros y en
las ventanillas de las entidades, en los términos contratados.
- Recibir una copia del contrato.
- Recibir los documentos de liquidación.
- Ser informado previa y personalmente de las
modificaciones.
- A no renovar o a desistir del contrato
unilateralmente en cualquier momento, de acuerdo con los pactos recogidos en el
mismo.
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Y una serie de obligaciones:
- Pagar puntualmente las comisiones bancarias
y, si se trata de una tarjeta de crédito, los intereses pactados.
- Devolver los fondos utilizados en la forma
pactada.
- Informar a la entidad de crédito sobre sus
circunstancias económicas y personales (la información correcta es necesaria
para que la entidad analice el riesgo de la operación antes de autorizarla).
- Te comprometes, si así lo hubieses pactado,
a comunicar cambios de domicilio, estado civil, régimen económico del
matrimonio y otras circunstancias personales y financieras.
- Custodiar debidamente el P.I.N.
La seguridad y la protección en el uso de las
tarjetas de crédito y débito son elementos que debes tener muy en cuenta. En el
portal Finanzas para todos del Banco de España y la
Comisión Nacional del Mercado de Valores tienes información al respecto.